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gabriel celaya: la poesía es un arma cargada de futuro

la poesía es un arma cargada de futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas, cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades. Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo. Con la velocidad del instinto, con el rayo del prodigio, como mágica evidencia, lo real se nos convierte en lo idéntico a sí mismo. Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica. Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse. Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho. Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con técnica qué puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros. Tal es mi poesía: poesía-herramienta a la vez que latido de lo unánime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho. No es una poesía gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto. Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos. Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya (1911-1991) – um poeta de luta, companheiros! – nasceu viveu amou e morreu na Espanha. Seu pai, que não sabia de nada, obrigou-o a fazer engenharia numa universidade de Madrid, no final dos anos 20. Celaya, para o desespero de su viejo, logo se tornou amigo dos jovens mais revoltados da rep em que vivia, a Residencia de Estudiantes: García Lorca e Moreno Villa.

Celaya, cada vez mais comprometido com inúmeras causas sociais, participou da Guerra Civil Espanhola, foi preso e esteve, inclusive, num campo de concentração franquista horroroso. A escritora Amparo Gastón, sua mulher, foi uma de suas maiores incentivadoras. Eles viveram quase todo o século XX juntos, enfim. A partir de 1946 Gabriel Celaya publicou uma quantidade enorme de livros de poesia recebendo, depois de velho, todas as honrarias e prêmios merecidos. Fim.


Bainema via editorial

uma via de edição, um coletivo de artistas, uma produtora cultural

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